Chutando uma bola ou fazendo um amigo, criança quer escola, criança quer abrigo.
Na hora do cansaço ou na hora da preguiça, criança quer abraço, criança quer justiça.
Em qualquer lugar criança quer o quê? criança quer sonhar, criança quer viver.
Agente quer, agente quer, agente quer ser feliz, CRIANÇA É VIDA.
— Toquinho, cantor e compositor

PERDIDA Y ENCONTRADA

Una de las tareas de ser tu hermana mayor es la de ensenarte todas las cosas que ya aprendi.

Cuando yo tenia más o menos tu edade, mamá y papá me llevaron a un parque de diversions en la ciudad.  

Nunca olvidaré aquel dia, porque fue cuando aprendi que perderse no era nada divertido, y que daba mucho miedo.

Lleganos al parque y mama me llevaba de la mano. Papá caminaba delante para abrir camino entre la multitude.

De repente, me di cuenta que se habia desatado el lazo de un zapato.

¡Sin pensarlo, me solté de la mano y me agaché para atármelo; cuando me puse de pie, mamá ya no estaba!

Grité tanto que me dolia la garganta pero papá y mamá no me oíam. ¡Me habia perdido! Mis ojos se llenaron de lágrimas y comencé a sentirme muy asustada.

No sabia que hacer. ¿Debia empezar a andar y tratar de encontrarlos, o bien quedarme donde estaba?

En ese momento apareció un policía. Debió darse cuenta de que estaba perdida porque caminó directamente hacia mi y me perguntó si necesitaba ayuda. Llorando le dije que si.

Luego me preguntó cómo me lhamaba, mi dirección, el número de teléfono de casa, cómo eran mis padres y que ropa vestían.

Cómo no lo sabia el  número del teléfono móvil de papá y mamá, me eché a llorar. ¡Tenia miedo de haberme perdido para siempre!

Así fue como aprendi lo importante que es saber de memoria sus números de teléfono móvil.

El policía me llevou a un lugar  llamado Punto de Seguridade y cuando chegamos, vi que allí habia un montón de niños más.

Algunos lloraban a pleno pulmón mientras llamaban a sus padres. Empecé a sentir pánico de que mamá y papá no me encontraran.

Nunca habíamos pensado en tener un lugar de encuentro antes de que pasara esto. Ahora todos sabemos que, vayamos donde vayamos, siempre debemos elegir de antemano un lugar de encuentro, para ir allí en caso de que uno de nosotros se pierda.

Traté de ser valiente y no llorar, pero no lo logré. Cuando papá y mamá me encontraran, nunca olvidaré lo feliz que me senti cuando los vi entrar corriendo por la puerta.

Se abalanzaron hacia mí, me levantaron en brazos y todos llorábamos.

Cuando nos fuimos, recuerdo que al pasar junto a los otros niños perdidos pensaba en la suerte que tenía de que me hubieran encontrado y que esos niños podían estar tranquilos, ya que muy pronto sus padres los irían a recoger.

Perdida Y Encontrada
Extracto del libro Perdida Y Encontrada, de Jennifer Moore-Mallinos, edición en Español.
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