Contar uma história, ver uma história, discutir com os pequeninos e refletir em conjunto, é certamente uma das melhores coisas que podemos
fazer para a educação de nossas crianças.
Confira
abaixo um pequeno conto, em espanhol, que ensina os pequeninos sobre o respeito, valores, a não serem
egoístas e a compartilharem suas coisas.
👧 Itzelina
Bellas Chapas era una niña muy curiosa que se levantó temprano una mañana con
la firme intención de atrapar, para ella sola, todos los rayos del sol.
👀 Una
ardilla voladora que brincaba entre árbol y árbol le gritaba desde lo
alto....¿A dónde vas, Itzelina?
👧 Y
la niña respondió:
Voy a la alta montaña, a pescar con mi malla de hilos todos los rayos del sol y
así tenerlos para mí solita.
👀 No seas mala, bella Itzelina - le dijo la ardilla- Deja algunos pocos para que
me iluminen el camino y yo pueda encontrar mi alimento.
👧Está
bien, amiga ardilla - le contestó Itzelina-, no te preocupes. Tendrás como
todos los días rayos del sol para ti.
Siguió caminando Itzelina,
pensando en los rayos del sol, cuando un inmenso árbol le preguntó.
👀 ¿Por qué vas tan contenta, Itzelina?
👧 Voy a la alta montaña, a
pescar con mi malla de hilos todos los rayos del sol y así tenerlos para mí
solita, y poder compartir algunos con mi amiga, la ardilla voladora.
👀 El árbol, muy triste, le dijo:
También yo te pido que
compartas conmigo un poco de sol, porque con sus rayos seguiré creciendo, y más
pajaritos podrán vivir en mis ramas.
👧 Claro que sí, amigo árbol, no estés triste. También guardaré unos rayos de sol para ti.
Itzelina empezó a caminar más
rápido, porque llegaba la hora en la que el sol se levantaba y
ella quería estar a tiempo para atrapar los primeros rayos que lanzara.
Pasaba por un corral cuando un
gallo que estaba parado sobre la cerca le saludó.
👀 Hola, bella Itzelina. ¿Dónde
vas con tanta prisa?
👧 Voy a la alta montaña, a
pescar con mi malla de hilos todos los rayos del sol y así poder compartir
algunos con mi amiga la ardilla voladora, para que encuentre su alimento; y con
mi amigo el árbol, para que siga creciendo y le dé hospedaje a muchos
pajaritos.
👀 Yo también te pido algunos
rayos de sol para que pueda saber en las mañanas a qué hora debo cantar para que los
adultos lleguen temprano al trabajo y los niños no vayan tarde a la escuela.
👧 Claro que sí, amigo gallo,
también a ti te daré algunos rayos de sol – le contestó Itzelina.
Itzelina siguió caminando, pensando
en lo importante que eran los rayos del sol para las ardillas y para los
pájaros; para las plantas y para los hombres; para los gallos y para los niños.
Entendió que si algo le sirve a
todos, no es correcto que una persona lo quiera guardar para ella solita,
porque eso es egoismo.
Llegó a la alta montaña, dejó
su malla de hilos a un lado y se sentó a esperar al sol.
Ahí, sentadita y sin moverse,
le dio los buenos días, viendo como lentamente los árboles, los animales, las
casas, los lagos y los niños se iluminaban y se llenaban de colores gracias a
los rayos del sol.
Fonte:
Itzelina y los rayos del sol
Cuento de Luis
Antonio Rincón García (México)
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